Por Antônio Mello, em seu blog:
“Sólo hay que leer los papeles del Foro de Sao Paulo y observar la conducta del gobierno brasilero. Los amigos de Luis Ignacio Lula da Silva, de Dilma Rousseff y del Partido de los Trabajadores son los enemigos de Estados Unidos: la Venezuela chavista, primero con Chávez y ahora con Maduro, la Cuba de Raúl Castro, Irán, la Bolivia de Evo Morales, Libia en época de Gadafi, la Siria de Bashar el-Asad”.
“En casi todos los conflictos, el gobierno de Brasil coincide con la línea política de Rusia y China frente a la perspectiva del Departamento de Estado y la Casa Blanca. Su familia ideológica más afín es la de los BRICS, con los que intenta conciliar su política exterior”. (Los BRICS son Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
“La enorme nación sudamericana ni tiene ni manifiesta el menor interés en defender los principios democráticos sistemáticamente violados en Cuba. Por el contrario, el expresidente Lula da Silva suele llevar inversionistas a la Isla para fortalecer la dictadura de los Castro. Se calcula en mil millones de dólares la cifra enterrada por los brasileros en el desarrollo del super puerto de Mariel, cerca de La Habana”.
“La influencia cubana en Brasil es solapada, pero muy intensa. José Dirceu, el exjefe de despacho de Lula da Silva, su más influyente ministro, había sido un agente de los servicios cubanos de inteligencia. Exiliado en Cuba, le cambiaron el rostro por medio de cirugía y lo devolvieron a Brasil con una nueva identidad (Carlos Henrique Gouveia de Mello, comerciante judío) y así funcionó hasta que se restauró la democracia. De la mano de Lula colocó a Brasil entre los grandes colaboradores de la dictadura cubana. Cayó en desgracia por corrupto, pero sin ceder un ápice en sus preferencias ideológicas y sus complicidades con La Habana” [Fonte]
O amor é lindo... Mas também faz sofrer e merece que seja espionado, como um inimigo. Pelo menos é isso o que um suposto (e você vai ver, ao final da postagem, por que eu digo suposto) ex-embaixador dos EUA confidencia ao jornalista e escritor Carlos Alberto Montaner, ou, pelo menos, o que ele insinua explicitamente (se não é um oximoro...haha) em seu blog.
O texto de Montaner seria reprodução de uma conversa com esse ex-embaixador dos EUA (Somos viejos conocidos. ¿Puedo dar tu nombre, le pregunto? “No –me dice–. Me crearía un inmenso problema, pero transcribe la conversación”. ).
Segundo a fonte, os Estados Unidos têm mesmo que espionar o Brasil, porque, se já fomos amigos confiáveis, íntimos a ponto de eles patrocinarem um golpe de Estado em nosso país (nada disso é dito pelo ex-embaixador, of course), agora... bem, ao artigo de Montaner que cita o tal ex-embaixador:
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O texto de Montaner seria reprodução de uma conversa com esse ex-embaixador dos EUA (Somos viejos conocidos. ¿Puedo dar tu nombre, le pregunto? “No –me dice–. Me crearía un inmenso problema, pero transcribe la conversación”. ).
Segundo a fonte, os Estados Unidos têm mesmo que espionar o Brasil, porque, se já fomos amigos confiáveis, íntimos a ponto de eles patrocinarem um golpe de Estado em nosso país (nada disso é dito pelo ex-embaixador, of course), agora... bem, ao artigo de Montaner que cita o tal ex-embaixador:
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“Sólo hay que leer los papeles del Foro de Sao Paulo y observar la conducta del gobierno brasilero. Los amigos de Luis Ignacio Lula da Silva, de Dilma Rousseff y del Partido de los Trabajadores son los enemigos de Estados Unidos: la Venezuela chavista, primero con Chávez y ahora con Maduro, la Cuba de Raúl Castro, Irán, la Bolivia de Evo Morales, Libia en época de Gadafi, la Siria de Bashar el-Asad”.
“En casi todos los conflictos, el gobierno de Brasil coincide con la línea política de Rusia y China frente a la perspectiva del Departamento de Estado y la Casa Blanca. Su familia ideológica más afín es la de los BRICS, con los que intenta conciliar su política exterior”. (Los BRICS son Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
“La enorme nación sudamericana ni tiene ni manifiesta el menor interés en defender los principios democráticos sistemáticamente violados en Cuba. Por el contrario, el expresidente Lula da Silva suele llevar inversionistas a la Isla para fortalecer la dictadura de los Castro. Se calcula en mil millones de dólares la cifra enterrada por los brasileros en el desarrollo del super puerto de Mariel, cerca de La Habana”.
“La influencia cubana en Brasil es solapada, pero muy intensa. José Dirceu, el exjefe de despacho de Lula da Silva, su más influyente ministro, había sido un agente de los servicios cubanos de inteligencia. Exiliado en Cuba, le cambiaron el rostro por medio de cirugía y lo devolvieron a Brasil con una nueva identidad (Carlos Henrique Gouveia de Mello, comerciante judío) y así funcionó hasta que se restauró la democracia. De la mano de Lula colocó a Brasil entre los grandes colaboradores de la dictadura cubana. Cayó en desgracia por corrupto, pero sin ceder un ápice en sus preferencias ideológicas y sus complicidades con La Habana” [Fonte]
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Bueno, por supuesto, o ex-embaixador é leitor da Veja...
Mas, fica uma primeira, de inúmeras perguntas: Ainda que isso fosse verdade, por que os EUA teriam direito de espionar nosso país, grampear telefonemas de nossa presidenta?
Agora, a explicação do suposto, que citei no início: o autor do artigo nasceu na Cuba pré-revolucionária, em 1943. Com a revolução, procurou "outros ares" para destilar seu ódio ao regime cubano. Ele é um dos autores do Manual do Perfeito Idiota Latino-americano.
Mas, fica uma primeira, de inúmeras perguntas: Ainda que isso fosse verdade, por que os EUA teriam direito de espionar nosso país, grampear telefonemas de nossa presidenta?
Agora, a explicação do suposto, que citei no início: o autor do artigo nasceu na Cuba pré-revolucionária, em 1943. Com a revolução, procurou "outros ares" para destilar seu ódio ao regime cubano. Ele é um dos autores do Manual do Perfeito Idiota Latino-americano.
Este artigo foi reproduzido, em inglês, pelo Miami Herald:
ResponderExcluirhttp://www.miamiherald.com/2013/09/25/3650784/why-we-spy-on-brazil.html#storylink=omni_popular
Confesso que fiquei bastante assustado com o que li. Agora, entretanto, conhecedor do autor, me parece que não poderíamos esperar algo de muito diferente.
Resta saber qual o grau de influência que este senhor possui em relação à política externa estadunidense.
Como hegemonia, os americanos querem subalternos obedientes e não "amigos". Amigo diz não quando precisa dizer não e não tem que concordar com tudo e ser solidário quando necessário, para o bem. Eles estão é mal acostumados.
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